“Una adaptación respetuosa es un derecho, es una necesidad y es una urgencia.”
Es fundamental crear y mantener vínculos seguros durante la infancia ya que es importante para la salud mental posterior, para relacionarnos con los demás, con uno mismo y para nuestra forma particular de percibir el mundo.
La acogida y familiarización suponen establecer unos comportamientos cálidos y cercanos, con el objetivo de velar por el bienestar del niño, que se sienta bien y quiera formar parte del grupo. Para conseguirlo, el niño tiene que recibir una acogida y unas atenciones de calidad, y se debe sentir reconocido y seguro para que pueda interesarse por lo que le rodea, aprender y abrirse al mundo.
Apostamos por periodos de vinculación donde los niños estén acompañados de su figura de referencia dentro del aula. Desde esta seguridad, el niño irá conociendo al nuevo adulto, creando vínculos y ese apego seguro necesario para desenvolverse en este nuevo entorno.
Los procesos de acogida y paulatina adaptación visibilizan toda una historia personal, única, propia e irrepetible, llena de vivencias y sentimientos intensos e incluso, a veces, contradictorios.
Por ello, en Ding Dong damos respuesta a las necesidades de este primer encuentro, acogiendo a los niños y sus familias desde el respeto, adaptándonos a cada realidad y reconociendo el proceso como uno de los más importantes en la vida del niño.